domingo, 2 de enero de 2011

Desamor

Imagen de Paul Cadmus
fuente El hijo de la bohemia
Desamor
Cual daga punzante.
El egoísmo, la traición y el desamor,
me hiere.
Cierras tu corazón,
zahiriendo mis ansias de amar.
En el recuerdo me pierdo.
Tus palabras se clavan en mis deseos,
tornando mis sentimientos en mortíferos dardos,
que punzan mis sueños.
Certero el olvido que cauteriza las heridas,
sintiendo no estar vivo.
Testigo el cielo de tu desdén,
al destino paz le ruego.
Más el desamor solo poseo.

lunes, 7 de junio de 2010

Destellos


Photography of Jean Paul Four


Simplemente ha pasado el tiempo.
Pero este ha tejido un trozo más de nuestra historia. Algunas dificultades y problemas personales me han apartado de mi rincón de efe, también físicamente de mis amigos pero esto no es ni será motivo para dejarnos de querer, sino al contrario reafirmar nuestro cariño.
Como todos los años mi Dueña y este modesto Trovador volvemos a ese mar azul y mediterráneo en el que volvemos a encontrar nuestra paz vital.
Allí hablamos con el mar y limpiamos nuestro espíritu de malos royos, recordando a las personas queridas y haciendo propósitos de seguir andando por la vida recogiendo buenos recuerdos.
Desde esta isla de paz azul y transparente os dejo unas letras.


La luz del atardecer se mezcla con,
el olor de las flores de un verano todavía joven.
Entonces sus labios se humedecen con ansias de deseo,
solicitando la fusión de sus cuerpos.
Sus manos ya tatuadas por el paso del tiempo,
se entrelazan casi febrilmente.
El deseo da paso a una pasión ya casi ansiada,
para unir sus cuerpos en un abrazo extremo.
Una sonrisa limpia abre el camino,
a unas lágrimas de emoción esperada,
hasta llegar al último orgasmo deseado.
Una vez más se habrán amado….
Un millón de besos.

efe

sábado, 17 de abril de 2010

El dios

Origen de la imagen

El dios
Un día le dijo un dios a un sabio.
Inventemos algo.
El sabio se atusó sus canas y pensando brevemente le respondió.
Creemos el amor.
El amor entre los hombres y las mujeres.
Eso es imposible se devoraran.
Terminaran creando odio o maldad.
Le respondió el dios.
Entonces el sabio triste se marchó.
El dios que creía que era dueño de todas las voluntades,
Se enojó y rayos y truenos a la tierra mandó.
Mientras los hombres sufrían la tormenta,
Una viejecita arrugada y bella recogía leña.
En esto el prepotente dios la ve y le pregunta.
Mujer que haces recogiendo leña.
Esta mira al dios y le contesta.
Los hombres necesitan fuego y calor para amarse.
En esto apareció el sabio y avergonzado le dijo al dios.
Ella si ha sido capaz de generar amor.
Entonces el vencido dios, paró la lluvia y mando un torrente de luz.
La viejecita los contempló sonriendo.
Y exclamó parecen incrédulos…
El fuego lo encenderemos cuando venga la noche.
y después haremos el amor.
efe


Letras de ayer publicadas en el Rincon de efe Abril de 2007

lunes, 1 de marzo de 2010

Letras de ayer


Estos últimos días este andarín tuvo la oportunidad de recorrer los campos, de respirar el aire bueno, y de conocer algo de Historia.
Hable con gentes de bien y comprobé que aún en el siglo que vivimos, todo en realidad continua igual.
Cantautores sociales que hablan en prosa y cautivan al pueblo llano, pero eso si cobran millones, sabios y ricos, nobles o reyes, que pasarán a la Historia algo más grandes, mientras que a los labriegos nadie los oye.
Por eso me he permitido escribir estas humildes letras.
Va por todos los que somos pueblo.
El labriego


El labriego
El duro sol del mediodía rompe sobre sus espaldas.
Encorvado por el esfuerzo y con la mirada tranquila,
observa la rectitud de los surcos.
Sus duras y venosas manos dadoras de vida,
escriben su historia.
Hijo de súbdito que sirve a Reyes,
riega con su sudor la tierra,
para escribir páginas llenas de esfuerzo,
que hablan de su sufrimiento.
Mira al sol y recuerda como su Padre y antes su Abuelo,
estaban allí, y mañana también vendrá su hijo.
No habrá cánticos ni recuerdos para ellos.
Nadie recordará al buen labriego.
Toda su vida destiló dura poesía,
abonó con su sangre la tierra de otros,
roturó los campos de Dios,
fue siervo de muchos.
Para nadie recordarle.
Pero yo se que subió al Cielo.


efe

Escrito por efe en Mayo de 2007 y publicado en el Rincón d efe


miércoles, 3 de febrero de 2010

Letras de ayer


La foto es de Narcis Virgiliu

Andando por el querido Rincón de efe. Hoy he traido un cuento que me dice mucho.
En aquellas letras hay muchos retazos de vida que me han llevado a la soñada paz que hoy disfruto.
No todo lo escrito en el pasado fue bueno pero como dice mi Doña.
Es casi mi vida.
Ojalá os guste el cuento.

El Laboratorio del amor.
Sus cuerpos desnudos descansaban después de una noche plena de lujuria y pasión. La mujer había querido regalar a su pareja algo especial, había deseado entregarle aquel día el fondo de su mente y su cuerpo.
La cena fue frugal pero exquisita, las velas acompañaban a una partitura de su intérprete preferido, y el champán esta vez era francés.
Antes.
La espuma de un calido gel y el agua templada de la ducha lograba que sus cuerpos desnudos se sintiesen frescos, al tiempo que una picara mirada de la joven, cargada de sensualidad les animara a sentarse a la mesa.
Hacia tiempo que no se regalaban unos momentos de pasión a si mismos.
Que no disfrutaban de lo que la naturaleza les había dotado, por lo que en ese instante se sentían llenos de deseo.
Los erguidos senos de la mujer apuntaban al ya libre y bello erecto miembro del varón, cuando en ese momento una explosión de pasión les fundió en un abrazo.
Sus labios sellaron un beso de amor como siempre desearon, mientras las finas manos de ella recorrían el mapa del cuerpo del hombre.
Entonces el la tumbó sobre el lecho y allí la regaló un millón de besos.
La lengua del hombre recorría  con deleite   el cuerpo de la joven, hasta llegar al fondo de su ente. Sus labios vaginales lubricados por el placentero viaje del joven lograban que la mujer subiera al cielo, para devolverle  más placer.
Al mismo tiempo disfrutaba mimando el varonil cuerpo del hombre. Mientras el viril miembro del macho pedía ser invitado a la fiesta.
La mirada cargada de sensualidad de la Ninfa, marcó la tregua para que esta vez el no pudiera evitar entrar dentro de su hembra.  En ese momento sus cuerpos se fundieron en uno solo, sus gemidos se mezclaron con un sentimiento de deseo brutal y un latigazo varonil la recorrió a toda ella, al tiempo que la sabia del amante inundaba su sexo.
Exhaustos pero relajados un calido beso les sumíó en una paz intensa que sería el preludio de una pasional velada.
Siempre efe

viernes, 15 de enero de 2010

Letras de ayer



Déjame recorrer tu cuerpo.


Hasta que .
Mi mirada tus pies encuentre,.
Con gozo tus dedos beso.
Por tus bellas piernas,

al Monte de Venus llego.
Lago plateado y negro encuentro.
En tu botón de placer entro,
y con pasión me entrego.
Mas arriba una perla en tu ombligo oteo
Continuo y en tus pechos me aposento.
Allí con lujuria, pasión y celo los cumplimento.
Por fin al final de tu cuerpo llego.
Tus ojos me reciben llenos de fuego,
y tus labios ardorosos me entregan un beso.
Nuestros cuerpos de emoción ya vibran.
Se funden se complementan.
De placer explotan.
Y un orgasmo llega...
Otra vez nuestros cuerpos con pasión y amor, se entregan


  Escrto y publicado por efe en el Rincón de efe . Marzo de 2001


lunes, 4 de enero de 2010

El castigo



El Castigo

Empuñas el látigo con energía
Este rompe en mi piel.

Uno, dos, tres más….
Te detienes te vuelves y me miras.

Esperas mis suplicas,
enjugas mis lágrimas y continúas.

Mis gemidos son cortos y dolidos,
tú no los consideras.

Por fin te detienes,
tú obra esta hecha.

Jirones de piel me cuestan,
Pero tu pasión es más que mi dolor.
Sangre, pasión y esfuerzo salen de dentro.

Me abrazas me besas,
mezclas tu amor con mi sufrimiento,
al final te suplico azotame amor mío.

Autor efe junio 2006